miércoles, 20 de mayo de 2020

Filosofia 11º Semana 1º

 elemento decorativo

SEMANA DE APLICACIÓN : 
COLEGIO 

CALENDARIO
B
AÑO LECTIVO 
2019-2020
GRADO 
11
PERIODO
III
DOCENTE 


ESTANDAR 

N/A

COMPONENTE

 La pregunta del hombre frente a su mundo social y cultural.

INDICADOR DE DESEMPEÑO 
Cito a los filósofos que hablan sobre la axiología y determino la importancia de esta en mi vida he identifico los valores, su trascendencia, su evolución y las transformaciones que estos han desarrollado a lo largo del devenir histórico -CONOCIMIENTO-

METODOLOGÍA/ SECUENCIA DIDÁCTICA

  1. Unidad didáctica
UNIDADES DIDÁCTICAS 
Unidad No.1 (Axiología)
1. Los valores.
2. Valores auténticos.
3. Ética Aplicada.

  1. Propósito 
Que analice la filosofía de los valores a través del estudio de la axiología.

  1. Desarrollo cognitivo instruccional 




APERTURA
Observemos el siguiente video

Para iniciar visita el siguiente enlace y posteriormente responde las preguntas https://www.youtube.com/watch?v=tqvQ8UiLV4I

Actividad 1. ANALIZA EL VIDEO Y RESPONDE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:

  1. ¿Cuál es el tema que trata el video? ¿Con qué tipo de problemáticas actuales se puede relacionar este video?
  2. ¿Cuál crees que es el propósito de este video?
  3. ¿Qué características tienen los pajaritos? ¿Qué valores o antivalores identificas?
  4. ¿Qué será un antivalor?
  5. ¿Qué característica tiene el ave más grande? ¿Qué valores o antivalores lo identifican?
  6. ¿Qué es un valor?


  1. Desarrollo Metodológico
Prepara la siguiente lectura y determina por lo menos 3 conclusiones, es importante que subrayes palabras desconocidas y las definas. Además, las palabras claves del documento y escribe igualmente su significado.

¿QUÉ ES LA AXIOLOGÍA?

La llamada axiología o “teoría de los valores” no se limita a utilizarlos como concepto, sino que reflexiona sobre la naturaleza y pertinencia de los mismos, sin reducirse a juicios de valor o preferencias estimativas del todo subjetivas.
En este tema revisaremos las principales características de la axiología y la relación que ejerce en conceptos sociales como el establecimiento de normas y la moral. Al mismo tiempo, considerando al ser humano como ser de valores, se describe la relación que ejercen estos conceptos en procesos como la educación, la enseñanza y el aprendizaje.

LOS VALORES COMO NORMAS
APLICACIÓN EN LAS SOCIEDADES

Una norma no puede tener aplicación indiscriminada ni ilimitada, se debe ponderar y revisar permanentemente para garantizar que vele por la integridad de todos, sin afectar a nadie al hacerlo. Otro tanto puede decirse de los valores que deben ser evaluados, de acuerdo con cada sociedad, pues sólo así podrán tener sentido.

EL SER HUMANO COMO SER DE VALORES

Desde tiempos antiguos, Aristóteles pensaba que, si un hombre no hacía lo correcto, lo bueno y aceptado por todos, no era porque fuera malo por naturaleza o decidiera deliberadamente hacer lo malo, sino porque no sabía cómo hacer lo bueno. Con todo lo exagerada y poco acertada que hoy nos parezca dicha explicación, ahora revela un aspecto que no se puede ignorar sobre cómo hacer lo bueno o lo correcto o lo mejor en cada caso, pues quién dudaría de que si supiéramos hacer una cosa, o se nos hubiera dado instrucción para saber cómo hacerla, no nos pedirían después cuentas por errores cometidos.
En este panorama, resulta claro que habría que encontrar una forma de no equivocarnos, evitando cometer cierta acción y meditando de antemano sus consecuencias, pero ¿cómo preverlas, si lo que nos falta no es buena voluntad para actuar, sino saber qué hacer?
Ello demanda aprender a hacer lo que se debe en cada caso, lo que se logra irreflexivamente imitando a otros, comportándose donde se esté bajo el dicho “haz lo que hacen los otros”, aunque no se sepa por qué o se esté en desacuerdo, e hipócritamente se haga lo que mejor convenga, “dándole por su lado” a los demás; o bien, se podría conocer cómo ve el mundo aquél al que está a nuestro lado, tratar de tener empatía con él, estar dispuesto a entender por qué cree en lo que cree y cómo lo cree, “sintonizándose en su misma frecuencia”. 
Tomado de: https://programas.cuaed.unam.mx/repositorio/moodle/pluginfile.php/1151/mod_resource/content/1/contenido/index.html


VAMOS A COMENTAR UN TEXTO FILOSÓFICO
Para este propósito nos apoyaremos en la información que nos aporta el siguiente link, aprenderás la forma como debes analizar un texto por medio del comentario. 


SIGUIENDO EL PASO A PASO HAREMOS UN COMENTARIO AL SIGUIENTE TEXTO FILOSÓFICO.
Lee con mucha atención 
EL PUESTO DEL HOMBRE EN EL COSMOS 
MAX SCHELER

Librodot
Frankfourt del Meno, fin de abril de 1928.
MAX SCHELER.
I N T R O D U C C I Ó N
EL PROBLEMA EN LA IDEA DEL HOMBRE
Si se pregunta a un europeo culto lo que piensa al oír la palabra hombre, casi siempre empezarán a rivalizar en su cabeza tres círculos de ideas, totalmente inconciliables entre sí. Primero, el círculo de ideas de la tradición judeocristiana: Adán y Eva, la creación, el Paraíso, la caída.
Segundo, el círculo de ideas de la antigüedad clásica; aquí la conciencia que el hombre tiene de sí mismo se elevó por primera vez en el mundo a un concepto de su posición singular mediante la tesis de que el hombre es hombre porque posee “razón”, logos, fronesis, ratio, mens, etc., donde logos significa tanto la palabra como la facultad de apresar el “qué” de todas las cosas. Con esta concepción se enlaza estrechamente la doctrina de que el universo entero tiene por fondo una “razón” sobrehumana, de la cual participa el hombre y sólo el hombre entre todos los seres. El tercer círculo de ideas es el círculo de las ideas forjadas por la ciencia moderna de la naturaleza y por la Psicología genética y que se han hecho tradicionales también hace mucho tiempo; según estas ideas, el hombre sería un producto final y muy tardío de la evolución del planeta Tierra, un ser que sólo se distinguiría de sus precursores en el reino animal por el grado de complicación con que se combinarían en él energía y facultades que en sí ya existen en la naturaleza infrahumana. Esos tres círculos de ideas carecen entre sí de toda unidad. Poseemos, pues, una antropología científica, otra filosófica y otra teológica, que no se preocupan una de otra. Pero no poseemos una idea unitaria del hombre. Por otra parte, la multitud siempre creciente de ciencias especiales que se ocupan del hombre, ocultan la esencia de éste mucho más de lo que la iluminan, por valiosas que sean. Si se considera, además, que los tres citados círculos de ideas tradicionales están hoy fuertemente quebrantados, y de un modo muy especial la solución darwinista al problema del origen del hombre, cabe decir que en ninguna época de la historia ha resultado el hombre tan problemático para sí mismo como en la actualidad. Por eso me he propuesto el ensayo de una nueva antropología filosófica sobre la más amplia base. En lo que sigue quisiera dilucidar tan sólo algunos puntos concernientes a la esencia del hombre, en su relación con el animal y con la planta, y al singular puesto metafísico del hombre —apuntando una pequeña parte de los resultados a que he llegado.
Ya el término y el concepto de hombre encierran una pérfida anfibología, sin aclarar la cual ni siquiera se puede acometer la cuestión del singular puesto del hombre. La palabra hombre indica en primer lugar los caracteres morfológicos distintivos que posee el hombre como subgrupo de los vertebrados y de los mamíferos. Es claro que —cualquiera que sea el resultado que ofrezca este modo de formar el concepto de hombre— el ser vivo llamado hombre, no sólo está  subordinado al concepto de animal, sino constituye también una provincia relativamente muy pequeña del reino animal. Así continúa siendo el caso, aun cuando, con Linneo, llamemos al hombre el “ápice de la serie de los vertebrados mamíferos” —lo que, por lo demás, es muy discutible objetiva y conceptualmente—; pues también este ápice, como todo ápice de una cosa, sigue perteneciendo a la cosa de que es ápice. Mas prescindiendo por completo de semejante concepto, que junta en la unidad del hombre la marcha erecta, la transformación de la columna vertebral, el equilibrio del cráneo, el potente desarrollo cerebral del hombre y las transformaciones orgánicas que la marcha erecta tuvo por consecuencia (como la mano de pulgar oponible, el retroceso de la mandíbula y de los dientes, etc.), la misma palabra “hombre” designa en el lenguaje corriente y en todos los pueblos cultos, algo tan totalmente distinto, que apenas se encontrará otra voz del lenguaje humano en que se dé análoga anfibología. La palabra hombre designa, en efecto, asimismo un conjunto de cosas que se oponen del modo más riguroso al concepto de “animal en general” y, por lo tanto, también a todos los mamíferos y vertebrados y a éstos, en el mismo sentido que, por ejemplo, al infusorio Stentor, aunque no es discutible que el ser vivo llamado hombre es, desde el punto de vista morfológico, fisiológico y psicológico, incomparablemente más parecido a un chimpancé que el hombre y el chimpancé a un infusorio. Es claro que este segundo concepto del hombre ha de tener un sentido y un origen completamente distintos del primero, que designa sólo un rincón muy pequeño de la rama de los vertebrados.
Llamaré a este segundo concepto el concepto esencial del hombre, en oposición a aquel primer concepto sistemático natural. El tema de nuestra conferencia es: si ese segundo concepto, que concede al hombre como tal un puesto singular, incomparable con el puesto que ocupan las demás especies vivas, tiene alguna base legítima.  Librodot El puesto del hombre en el cosmos Max Scheler
Actividad 2. 
  • Revisa las palabras desconocidas con ayuda del diccionario.
  • Anexa tu comentario de texto filosófico, teniendo como referencia la información presentada en el enlace propuesto al inicio de la guía.

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